23 de març 2006

Un simple comentario

Entre las cientos o miles de opiniones, afirmaciones, críticas, etc. que se han vertido en estas últimas horas, en este momento, en este preciso instante, me quiero quedar con un comentario aparecido en el blog de Victoria Prego en contestación a su post ¿Con precio o sin precio?:

"Dejadlos que debatan, que negocien, que trapicheen.

La violencia es el único método que no tiene cabida en una democracia.

Hemos ganado.

Eso sí, cuidado con las ampollas históricas que esto va a levantar. Si hay exigencia de responsabilidades del terrorismo de ETA, no os quepa duda que va a haber exigencia de responsabilidades por la dictadura franquista. Preparaos para deconstruir la historia de la modernidad en España"

(Escrito por Scott el 22/3/06) (La negrita es mia)

Porque con muy pocas dudas puedo afirmar que en el Estado Español actual vivimos una legalidad secuestrada. Una legalidad que impuso el Usurpador anterior, el Dictador que surgió de un Golpe de Estado contra la legalidad vigente en aquellos momentos. El Jefe de Estado anterior nombró a su sucesor y éste ocupó impunemente esa Jefatura de Estado arrebatada a tiros a la República Española. Tal detalle permitió que los asesinos y golpistas no pagaran por los crímines cometidos. Antes de la muerte de Franco, el primer ministro o presidente de gobierno era Arias Navarro. Después de la muerte de Franco, éste seguía siendo el presidente de gobierno. Ante él juró el “cargo” Juan Carlos de Borbón. Juan Carlos de Borbón lo mantuvo en la presidencia del gobierno siguiendo los consejos de la familia Franco, de los consejeros del Reino y del Cardenal Tarancón. Si bien más tarde lo destituyó, algunos dicen que por llorar tanto al dictador. Luego ya se sabe, la ley de la reforma política, la transición, la Sagrada Constitución, etc.

Esa es la herencia que hemos recibido del franquismo, algunos en un bando, algunos en otro. Falange, ETA, Fraga, Santiago Carrillo, Juan Carlos, etc. Unos mataron por callar a los que simplemente eran personas normales que provenían de una sociedad normal, con su plena legitimidad: la República, con sus representantes políticos elegidos en las urnas. Otros mataban a aquellos que mataron y seguian matando o apresando a cualquiera que pudiera dar algo de respiro a lo que fue anteriormente la forma de organización social legal, para poder seguir así disponiendo del control total, y libre de toda interferencia, del Estado; otros ni mataron ni hicieron gran cosa, pero siguen ahí…

Euskadi Ta Azkatasuna, ETA, cuyo nombre significa Patria Vasca y Libertad, surgió en la década de los 60 como un movimiento estudiantil de resistencia opuesto al gobierno militar del general Francisco Franco. Acabó siendo una banda armada contra los intereses del Estado Español Franquista. Grupo Terrorista contra Estado Terrorista. Franco murió pero no se restituyó la legalidad interrumpida tras el Golpe de Estado Militar. Se perdonó a los criminales y éstos mismos participaron en la “reconstrucción” de España. ¿Fué una equivocación? ¿Por ese motivo ETA seguía existiendo y ejerciendo su particular lucha homicídamente violenta contra el Estado donde ¨todo estaba atado y bien atado”? ¿Ahora algo empieza a vislumbrarse como un posible cambio en el Estado Español? ¿La ya casi aprobación de un mutilado Estatut d’Autonomia puede ser ese indicio de posible vía al cambio? ¿Será que por ese motivo ETA interpreta que es el momento de dejar de asesinar y comenzar a olvidar la vieja y obscura España? ¿Se perdonará a los criminales de ETA, como hizo la transición española con los otros criminales, y participaran también éstos en la reconstrucción de la nueva España? No lo sé. Lo único que preveo es que todos tendrán que empezar a “olvidar” a sus muertos, reconocer a sus víctimas, y aprender a perdonarse. Pero mucho, todavía mucho, va a tener que cambiar en este Estado y mucha va a ser todavía la mierda que se va a tener que remover. En todo caso, hay que felicitarse por el fin de cualquier violencia. Huelga decir que el homicidio es repugnante, y todavía más en un sistema de organización social que, aunque dista mucho de ser el ideal, “permite” el uso de otras formas de lucha para intentar cambiar las cosas.

Fotografia: Almirante Luis Carrero Blanco. Presidente de España, muy leal a Franco, entre 1969 y 1973 cuando fue asesinado por ETA

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