06 de novembre 2007

'Sobre el oficio de escribir'


Avui vull recuperar un post escrit el dia 13 de juliol de 2005 a la meva antiga bitàcola. Mercè a la coincidència en xarxa i a un intercanvi ràpid de comentaris -que semblava un xat- en diferents articles de diversos blocs entre Víctor Pàmies i un servidor ha nascut la idea de despertar aquest grandiós poema del mestre Luis Rosales, pertanyent a la "Generación del 36", qui va estar guardonat amb el premi Cervantes l'any 1982 i que va morir l'any 1992.


Atès que Víctor Pàmies i jo "parlàvem sobre les muses" se m'ha ocorregut dir-li que li dedicaria aquest poema avui en un article al meu bloc. Així que sense més passo a dedicar-li al meu veí i company blocaire Víctor Pàmies aquestes màgiques paraules "sobre el oficio de escribir":


Sobre el oficio de escribir

Luis Rosales

A Alfonso Moreno

Estoy en mi despacho
y al mirar la ventana el cristal disciplina mis ojos;
un cristal es igual que un amor,
cuando miras tras él todo se hace misterio.
Detrás de la ventana está la sierra,
es el marco del cuadro,
y en su jurisdicción
las distancias establecen sus límites, pero el límite está en ti mismo,
pues lo interior y lo exterior son solamente aspectos de una misma frontera.
Aunque este pensamiento no es muy original quisiera registrarlo:
el paisaje lo han hecho las distancias.
Al través del cristal contemplo La Peñota
–sus pinos pusilánimes y salteados,
su desamparo vegetal–
y aquí,
junto a la linde de la casa,
las hojas de los robles son pestañas en torno a un ojo que no ves,
su vaivén me distrae y hace imposible el pueblo
con sus tejados gateando durante todo el día para quedarse en paz cuando llega la noche.
Hay una ordenación en la cual las distancias más que alejar, sitúan,
pero en fin lo que importa es llegar,
llegar a no sé dónde,
pero las hojas son tan frágiles que no se sabe cómo llegaron hasta el árbol;
viven en su alumnado y el viento que las mueve las alegra,
me recuerdan mi infancia,
aquellos ojos claros que tenían alumbrado de gas y me miraban arropándome.
El tiempo es como un foso;
detrás del tiempo están;
me gustaría saber en dónde alumbran.
Sobre el pretil de la ventana hay siempre un muerto bueno;
salta a la comba con el aire,
pero tú no te puedes morir,
amiga mía,
no te puedes morir porque ya estamos siendo un mismo luto,
y estoy en mi despacho aprendiendo a escribir,
es lo de siempre,
para que no se desvanezca todo necesito escribirlo,
y aprender a vivir en la nueva frontera.

Escribir es la cita que todos los veranos tengo conmigo mismo,
pero a esta cita siempre se llega anticipado,
las palabras que escribo se desunen,
no es posible hilvanarlas y cada vez se alejan más,
pero tengo que hacerlo,
tengo que estarlo haciendo hasta que su separación se convierta en distancia.
Tal vez para escribir hay que empezar por el principio,
y el principio es cambiar nuestra actitud vital,
cambiarla totalmente,
ya lo sabes,
hay que enterrarse un poco para llegar a las raíces.
Esto es contravivir,
y a causa de ello para pensar en algo estoy fumando;
necesito un prodigio,
y quizás el prodigio no es más que un empujón,
un empujón de sordo en la pared del mundo,
una palabra imprecisable,
y en su realización tienes que distinguir entre lo ambiguo y lo impreciso,
no pueden confundirse,
la ambigüedad, ya lo sabéis, es el pulso corporal del poema,
la imprecisión es el infierno conocido.
Hay una forma de distancia que es preciso encontrar para escribir,
y ahora,
mientras viene o no viene mi propio nacimiento,
me entretengo en mirar este desorden,
este desasimiento que ha poblado la mesa
de cosas serviciales que generalmente son las mismas:
el mucolítico llamado Mucorama y el coñac vasodilatador,
los lápices,
los libros,
las carpetas donde se juntan mis palabras para hacer penitencia,
y allí, en la confluencia de las luces,
la cabeza de Luis Cristóbal,
mirándome hasta luego.

Siempre empiezo a escribir sin saber cómo empieza un poema;
pienso mientras escribo,
devanándome,
para cambiar de vida sobre el papel en blanco
igual que el renacuajo un día de suerte se convierte en rana.
Esta es la evolución,
amiga mía,
pero tú no te puedes morir,
no me gusta pensarlo
porque lo necesario es tan real como la vida misma,
se convierte en poder
para decirte ahora palabra por palabra:
mientras estemos juntos viviremos.
Has venido a mi lado
«y apoyada en mi hombro eres mi ala derecha».
Cuando sienten tu roce las palabras que escribo,
las palabras martirizadas por la separación, buscan un orden nuevo,
una vida interior que las reúna
y el milagro sucede
porque la mesa de nogal se despeja de pronto habilitándose,
y entonces una mano baila sobre la mesa,
una mano cortada,
una mano cortada que se acerca hasta mí para decirme algo,
y me empieza a empujar con su mutilación,
me empuja sin tocarme,
me aprieta contra el sueño para hacérmelo ver más claramente,
para hacérmelo ver despedazado;
y poco a poco empiezo a obedecerla,
y me pongo a escribir,
y me pongo a escribir a borbotones,
con ininterrumpida facilidad,
para marcar la linde que separa la vida en dos mitades,
y saber dónde empieza el corazón.

Cada vez que se escribe un poema tienes que hacerte un corazón distinto,
un corazón total,
continuo,
descendiente,
quizás un poco extraño,
tan extraño que solamente sirve para nacer de nuevo.
El dolor que se inventa nos inventa,
y ahora empieza a dolerme lo que escribo,
ahora me está doliendo;
no se puede escribir con la mano cortada,
con la mano de ayer,
no se puede escribir igual que un muerto que volviera a sangrar durante varias horas.
Tengo que hacerlo de otro modo,
con la distancia justa,
buscando una expresión cada vez más veraz,
aprendiendo a escribir con el muñón,
despacio, muy despacio,
despacísimo,
sin saber por qué escribes para legar a quien las quiera,
no sé dónde,
estas palabras ateridas,
estas palabras dichas en una calle inútil que tal vez tiene aún alumbrado de gas.
Si nadie las escucha,
paciencia y barajar, éste es tu oficio.



Fotografia:
http://www.temakel.com/cuentobartleby.htm

2 comentaris:

  1. Gràcies, Jordi.

    Luis Rosales no és pas un dels meus autors preferits, i de fet havia llegit molt poca cosa d'ell.

    Però aquest poema té algunes imatges molt suggerents, com quan parla del vidre que fa com de filtre entre el món interior del poeta i el món exterior, o la imatge de la mà ballant sobre la taula... Me la imagino escrivint compulsivament una idea fugissera.

    I el final "paciència i remenar". Paciència per copsar el moment. Remenar la realitat per passar-la pel sedàs de la nostra imaginació.

    La poesia sempre l'he trobada tan íntima i personal, que en comptades ocasions deixo que traspuï cap enfora.

    Gràcies, company!

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  2. No es mereixen, ha estat un plaer.

    El problema de Rosales és que es desconeix gairebé de forma total. Va ésser un autor maleït durant la dictadura tot i ser membre de la RAE durant pràcticament tota la seva vida adulta. I, en el "nou règim", posteriorment, també va ser un poeta maleït potser per les acusacions injustes contra ell d'haver denunciat al seu gran amic García Lorca quan va anar "a refugiar-se" a Granada a casa dels Rosales; família acomodada molt influent per la seva relació amb la Falange. Per sort, Ian Gibson va demostrar que no solament les acusacions eren falses, sinó que el propi Rosales va jugar-se la vida intentant protegir el seu amic quan va "ser segrestat" per la Guàrdia Civil de casa seva. En tot cas, García Lorca s'ho jugava tot tornant a Granada on la seva presència no podia pas passar desapercebuda en aquells temps.

    Només els grans poetes reconeixien en ell el descobridor de la "nova poesia", la poesia en llenguatge cinematogràfic (rememorant el teatre grec), la poesia com ART TOTAL, que uneix dins seu totes les altres formes d'expressió artística, la poesia que descriu "escenes" que discorren a través d'un poema sense fi: la POESIA TOTAL.

    Molt bones interpretacions i observacions les que has fet. Aquest poema si bé no és d'allò més característic d'ell, ni de lluny dels més coneguts sí que explica molt bé com entenia ell el fet d'escriure. També apunta moltes de les característiques d'ell com a poeta; fins i tot ja hi descobrim la seva concepció intimista i el seu "vanguardisme surrealista".

    Penso que des d'aquest poema ja podem endinsar-nos en "l'autèntic" Rosales. A partir d'aquest podem començar a conèixer-lo una mica millor i aventurar-nos a llegir la seva millor obra.

    Ja et recomanaria que llegissis "La casa encendida", invent revolucionari de l'època quan va a començar a pensar que la poesia no podien ser poemes deslligats sinó una unitat, una TOTALITAT, i llavors va ser el primer poema-llibre. És un poema escrit com un torrent d'escenes que barregen el somni amb la realitat de manera magistral, com explica Alberto Parlan:

    "Buscando por ese camino, el de su corazón, se topó de pronto con algo nuevo: un libro sin interrupción, un libro con un solo ritmo del principio al final. En 1949 publicó La casa encendida..." "... No incluía más que un epígrafe, de Antonio Machado, y una sola forma rimada, un soneto, que servía de introducción. El resto era un único y larguísimo poema elaborado a base de sueños, recuerdos y realidades cotidianas, escrito en verso libre y abarrotado de conjunciones copulativas; una extraña narración lírica en donde los tiempos de la acción se entremezclaban y la técnica parecía haber perdido todo el pudor. Era un estampido, una torrentera, un derramamiento."

    Si bé, "Sobre el oficio de escribir" a mi sempre m'ha deixat una profunda marca i l'he considerat un dels millors poemes que mai he llegit, "La casa encendida" em sembla una obra única, imprescindible i per llegir-la de principi a fi "sense respirar".

    I després, sense oblidar molts poemes d'una gran quantitat que té dispersos en diversos llibres recopilacions, allò molt característic també d'ell és "La carta entera", un poema que va començar i que no va acabar fins que va morir, dividit en diversos llibres (episodis); especialment "L'almadraba", el primer episodi, es d'allò també més característic i conegut d'ell.

    He, he... un comentari llarg, però ja em servirà per fer un post un altre dia.

    Només per acabar et deixaré el que diu el mateix Parlan sobre "La carta entera"

    Cuando esa carta esté completa, la casa que se encendió en 1949 se encontrará completamente terminada. Entonces podrá abrir la puerta, entrar en ella y sentarse a descansar. O, tal vez, ya no necesite descansar."

    Per cert, allò que comentes "del vidre que fa com de filtre interior del poeta i el món exterior" és una constant de la seva obra; veig que l'has copsat (el seu "intimisme" i el seu "món oníric" en relació a "l'entorn real"); enhorabona!!!

    Salutacions, gràcies pel comentari, i guarda sempre dins teu "aquellos ojos claros que tenían alumbrado de gas y (te) miraban (arropándote)"

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